Bajo la peluca
Esta cabellera postiza de cabello humano, animal o vegetal nos ha acompañado desde la civilización egipcia. Su elaboración, mantenimiento y conservación han ido evolucionando con el paso del tiempo. Podemos decir que las pelucas comenzaron a llevarse desde la edad antigua.
Los países más destacados en confección de pelucas o postizos eran Egipto, Japón, China, Corea, Grecia, Roma, Francia e Inglaterra.
¿Cómo eran?
¿Por qué empezaron a usarse?
¿Qué verdades ocultan esta moda?
Sigue leyendo y vas a aprender lo que nadie te ha contado.
🌸¿Por qué las usaban?
La calvicie siempre ha estado presente en la raza humana y era un complejo que muchos tenían, las altas temperaturas o el nivel social influían a la hora de ponerse peluca. No sólo era a nivel estético sino por comodidad, por ejemplo: en mujeres con pelucas extravagantes y altas, que un cabello normal no alcanza.
El poder social, la jerarquía, el teatro y los burdeles eran en donde más se exhibían las pelucas.
Un salto en el tiempo
🌸 Oriente
Algunas mujeres de las dinastías antiguas usaban grandes pelucas. Se creía que cuanto más grande y pesada la peluca era mejor. Algunas de estas podían llegar a pesar entre 3-4 Kg. Estaban decoradas con piedras preciosas, oro, flores y peinetas.
En el siglo XVIII, 1788 el rey prohibió el uso de la peluca, pero en el siglo después se volvieron a llevar de una manera más sutil y elegante.
Emperatriz Myeongseong, la última emperatriz de Corea,
con keun meori. Usando una estructura llamada tteoguji (떠구지)
Peinado de Corea (Izquierda) a base de extensiones con retorcidos.
Peinado de Japón (derecha) representación de geishas.
🌸 Occidente
En el siglo XVI, en Inglaterra el uso de la peluca volvió a ponerse de moda con la finalidad de disimular la calvicie. La reina Isabel I (Imagen 1) se hizo a lo largo de su reinado con una amplia colección de 80 pelucas/ postizos rojas, muy elaboradas y con peinados al estilo romano. Las pelucas también tenían el propósito de prevenir la tiña, los piojos y enfermedades de la época debido a la poca higiene.
Imagen 1. Reina Isabel I de Inglaterra (izquierda).
Recreación de su peinado en peluca (derecha).
La epidemia de sífilis (Imagen 2) fue una de las peores después de la peste negra. No había antibióticos aún y se incrementó la incidencia de ceguera, úlceras, demencia y caída del cabello. Como resultado resurgió la moda de las pelucas. Las polveaban con esencias de lavanda o naranja para disimular el olor nauseabundo de las llagas (resultado de la enfermedad).
Imagen 2. Enfermedad Sífilis. Siglo XVI
En el siglo XVII, en 1655 el rey de Francia Luis XIV (Imagen 3) con 17 años de edad empezó a perder el cabello, preocupado por su reputación y alto poder impuso la moda de usar enormes pelucas naturales. El uso era obligatorio para los hombres, su largo no sobrepasaba los hombros, esto hacía homenaje a su virilidad. El rey Luis XIV usaba una peluca voluminosa, llamativa y pesada llamada in folio que ni él ni los hombre adinerados próximos a él se podían quitar y mucho menos delante de una dama.
Imagen 3. Rey Luis XIV de Francia
Cabello de los hombres
Al finalizar la noche la peluca se guardaba en una habitación especial. Se dice que usó alrededor de 1000 pelucas. El rey nunca permitió que le vieran sin peluca salvo su peluquero.
Los peluqueros tuvieron mucho éxito en esta época, comenzaron siendo barberos y finalmente realizaban la confección, manipulación y conservación de las pelucas. Un servicio muy popular en aquella época.
Peluqueros acomodando y confeccionando pelucas
En el siglo XVIII los hombres llevaron pelucas más simples y pequeñas. El número de hombres que la usaban iban aumentando, tales como: abogados, militares, clérigos entre otros se unieron a su uso. La rutina de llegar peluca pasaba factura al cuero cabelludo produciendo picor y dermatitis, al ver el efecto negativo usaron una pomada a modo de protección.
Peluca de coleta trenzada
Peluca de nudos
Peluca de coleta en bolsa
Paso a paso:
- Aplicar la pomada. Estaba compuesta de sebo de oveja, cerdo, manzana hervida, aceite y laurel.
- Colocar la peluca.
- Empolvar la peluca con talco o yeso o polvo de arroz.
Había una habitación reservada para empolvar la peluca en donde el ayudante de cámara o el peluquero hacían su trabajo cómodamente.
🌸¿Para qué se empolvaba una peluca?
El color blanco del talco dejaba un aspecto más elegante a la peluca, aportaba olor y resaltaba el color de los ojos.
Las mujeres comenzaron a usar pelucas voluminosas con almohadillas para ganar altura y postizos. Eran aproximadamente de entre 50-80 cm. Las mujeres no soportaban el peso de la peluca y sus complementos y en alguna ocasión fue consecuencia de caídas al suelo, dolor de cabeza y cuello.
El icono o mujer más popular fue Maria Antonieta con sus pelucas ambientadas en la naturaleza, barcos, fuentes, flores, joyas y mucho más.
🌸 ¿Conoces el dicho 'tu cabello es un nido de ratas'?
Su origen fue en esta época, el uso continuo de usar la peluca, mala higiene, malos olores, exceso de pomada, talco, etc. La confección, el pelo era de animal (cabello u oveja) envolvía el significado de nido de ratas.
En siglo XIX tras la caída de la revolución francesa y la ruptura de las clases sociales o jerarquías hicieron que la monarquía fuera más sencilla y simple, no tan recargada como el siglo anterior. Llevaban pelucas más naturales y elegantes.
A finales de siglo dejaron de lado las pelucas para empezar a usar los postizos.
En el siglo XX los postizos eran un aditivo a los peinados de las mujeres, daban más cuerpo y aportaban mayor cantidad de cabello a los recogidos o peinados. También era de ayuda para realizar más rápido el recogido, ya que los postizos previamente estaban marcados (moños, trenzas, ondas o rizos).
El tiempo de las pelucas y de los postizos frenó. Hombres y mujeres lucían su cabello natural, pero en en los años 60 comenzó a ser otra vez tendencia, las pelucas sintéticas estaban al alcance de todos lo que hizo que un gran número de la población disfrutase de ellas.
¿Qué te parece?
La peluca fue una solución tras las enfermedades y pandemias que hubo, una manera de ocultar la calvicie y sus consecuencias, a un gran precio: picores, heridas, caídas y dolores.
Pero aún así toda belleza requiere un sacrificio.
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Bibliografía:
♥ Toda esta información ha sido sacada de varias páginas de Internet y los propios conocimientos de la escritora. ♥
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