Los antiguos romanos no conocían el jabón, entonces ¿Cómo se lavaban? ¿Con qué métodos?
La higiene entre griegos y romanos era muy importante y pasaban gran parte del día en las termas. Para limpiarse el cuerpo se untaban aceite perfumando. También usaban exfoliantes con aceite y ceniza o aceite y arena así se hacían una limpieza más profunda.
El maquillaje
Utilizaban como base la lanolina de lana de oveja sin desengrasar, almidón y óxido de estaña. Las mujeres llevaban el rostro blanco y para ello usaban una mezcla de yeso, harina de habas, sulfato de calcio y albayalde.
¿Cómo se aclaraban el rostro?
Con una base de vinagre, miel y aceite de oliva, así como las raíces secos del melón aplicadas como un emplasto, los excrementos de cocodrilo o estornino e incluso, según Galeno, polvos de plomo.
La cera de abeja, el aceite de oliva, agua de rosas, aceite de almendra, azafrán, pepino, eneldo, setas, amapolas, raíz de liro y huevo. Todo esto aportaba luminosidad al rostro dándole un aspecto más saludable.
Cánones de belleza
Indicaban que la mujer debía poseer grandes ojos y largas pestañas. El perfilador de ojos se aplicaba con un pequeño instrumento redondeado de marfil.
La sombra de los ojos generalmente era negra o azul, asimismo, y por influencia egipcia existían las sombras verdes.
Las cejas se perfilaban sin alargarlas y se retocaban con pinzas.